La colusión de la vergüenza Empresa – Banco
Sur de Chile, Frutillar 2014
96 trabajadores de la Forestal SHIN GWANG fueron estafados por la empresa en 740 millones de pesos.
Esta catástrofe se sitúa en el mismo nivel de la
colusión de las farmacias, del fraude de la Polar, entre otras estafas
recientes ocurridas en Chile, que ponen en tela de juicio la institucionalidad
chilena.
El Banco
Santander debe dar explicaciones y asumir su responsabilidad en el fraude
que sufrieron 96 trabajadores de la Forestal Frutillar SHIN GWANG, es un hecho
evidente que hay una responsabilidad social del banco y una complicidad
económica con sus arrendatarios, que terminó
por defraudar a los 96 trabajadores en 740 millones pesos.
Es evidente que hay una falla de las instituciones
de nuestro país y que demuestra nuestro fracaso como sociedad organizada a
través del Estado; es que los más frágiles y que deben ser los resguardados
por la legislación y en especial por las instituciones del Estado, en la
consecución del bien común, son los trabajadores y sus familias, ellos son la
razón de ser de un Estado Democrático, ¿cómo puede ser posible que se abuse, se
atropelle y ante esto, se encojan de hombros los diferentes actores, los
líderes de nuestra sociedad, de nuestro país? aquellos que juran defender a los
pobres, a los trabajadores, aquellos que buscan nuestro voto con muchas
promesas, que construirán un país maravilloso... ¿qué hacemos, que podemos
hacer?, ¿las autoridades del Estado también se encogerán de hombros...? ¿Cómo
paleamos esta situación, como le procuramos el sustento, los medios para una
vida digna a los trabajadores y sus familias...? Porque eso sí, es nuestro deber como sociedad organizada.
Esta grosería de abuso económico, es una
oportunidad de parte del gobierno de dejar en evidencia y convocar con mayor
fuerza a los actores necesarios para hacer una reforma laboral de verdad,
profunda, que realmente proteja al trabajador y le de los medios legales para
su resguardo; si es que realmente hay
voluntad para ello y no solo discurso, por parte del Ejecutivo y del Legislativo.
Que esta lamentable situación sirva para
interpelar al país, a la clase empresarial, a la clase económica refugiada en un sistema
financiero similar a los paraísos fiscales del Caribe; a los parlamentarios que tienen sus jugosas
cuentas en bancos como el Santander que no asumen su responsabilidad social....
¡que se cambien de banco!....que las instituciones del Estado, los municipios,
los trabajadores, cierren sus cuentas y transacciones en este banco español, en solidaridad con los 96 trabajadores
estafados en Frutillar....
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