Con estupefacción nos hemos enterado que el Wellboat SEIKONGEN, de la
empresa CPT, que llevaba 200 toneladas de salmones, convertidos en ácido
sulfhídrico, y 67 mil litros de petróleo. Se dirige desde su lugar de
hundimiento en Chonchi hacia el Puerto de Talcahuano desde la noche del Martes
7 reciente, remolcado por un buque y otro de similares características desde la
distancia para apoyar en caso de alguna emergencia. Además un buque de la
Armada, que pagamos todos los chilenos, involucrado en asuntos que son entre
privados y compañías de seguros.
Nuestro estupor se relaciona con las condiciones laborales en que las
autoridades permitieron el zarpe de los remolcadores, para no entrar en la
discusión de las graves falencias técnicas en cuanto a estabilidad, seguridad
de la carga y el cumplimiento de las normas OMI para estos casos. En lo
laboral, el ministerio del trabajo, el de salud, de transporte, y la DIRECTEMAR
han vulnerado varias normas del trabajo, comenzando con las horas en que se
distribuye la jornada diaria en el puente y la máquina con solo dos oficiales,
donde a lo menos debiesen contemplarse tres en cada departamento para cumplir
con las ocho horas laborales y además con el descanso mínimo e ininterrumpido
de otras ocho horas. Y, falta apoyo, con más personal profesional, en los
diversos departamentos de los remolcadores, considerando el peso de la
responsabilidad ante tan mortal carga para tomar decisiones oportunas y
eficientes que puedan salvaguardar la integridad física de todo el resto de la
tripulación.
Tampoco se realizó una inducción, a los tripulantes de los
remolcadores, sobre posibles contingencias y emergencias frente a un transporte
tan letal como el ácido sulfhídrico que lleva
el buque siniestrado, nada de explicaciones y comentarios todo es
secreto para proteger a la empresa y en caso de tragedia culpar a la
tripulación por error humano, respuesta
que ha sido recurrente en las investigaciones sumarias de la DIRECTEMAR, para
oculta la verdad sobre el incumplimiento a la legislación laboral, que se
traduce en fatiga por las largas horas de trabajo y la mala calidad como escaso
tiempo para descansar. El trabajo en las naves mayores y menores que operan
desde Puerto Monttt NO se hace con estándar internacional, por los abusos,
malos tratos, listas negras, con vista gorda de las autoridades.
Exigimos respuestas transparentes a los organismos del estado sobre el
manejo de la presente emergencia desde el mismo día en que se produjo.
DEPARTAMENTO MARÍTIMO CUT LLANQUIHUE
NOTICIA
EL NAVEGANTE AUSTRALRADIO BIO BIO
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